¿Por qué la cebolla te hace llorar cuando la cortas? - Infobae

2022-08-05 07:59:37 By : Ms. Linda Qin

Con la llegada de la pandemia, muchos hemos adoptado nuevas prácticas para acostumbrarnos a la realidad que vive el mundo a causa del COVID-19, es así como un importante número de personas despertaron sus habilidades culinarias.

En el caso de Perú, durante los primeros meses de anunciarse la propagación de esta enfermedad, los nacionales acudieron a los supermercados y mercados para abastecerse de productos de primera necesidad, así como otros reconocidos para usarse en preparaciones dulces, como es el caso de la harina, esencia de vainilla, entre otros.

Este contexto ha permitido que los peruanos y peruanas descubran qué elementos poseen en sus cocinas, desde utensilios hasta electrodomésticos que, por tiempo, no usaban.

Una de las dudas que puede acompañar a estos cocineros amateur es la técnica correcta para cortar cebollas sin que nos de ganas de llorar. La sola acción de picarla puede ocasionarnos que nos lagrimeen los ojos, se irriten o simplemente no los podamos abrir.

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Lo explicaremos fácilmente para no generar confusiones. Al momento de cortar la cebolla, causamos unas roturas celulares, las cuales permiten que la exposición de un enzima llamada alinasa.

Al entrar en contacto con otros similares, produce piruvato, amoniaco y syn-propanotial-S-óxido, siendo esta última una molécula que es responsable de la irritación ocular que se puede transformar en lagrimeo.

Esta molestia no solo la sentimos en los ojos, también en la nariz, que puede adoptar ese aroma como molesto, incluso, causando el estornudo.

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Las precauciones las podemos tomar desde el momento de la compra. Se recomienda que se elijan aquellas cebollas que no estén chancadas, con raspones o expuestas. Es preferible las que se encuentran enteras y sin golpes.

Para reducir ese efecto que nos genera las lágrimas, se aconseja tener el cuchillo bien afilado, además de evitar manipular más de la cuenta la cebolla. Solo usemos la presión necesaria.

Ligada a la recomendación anterior, la posición de la persona también será clave para una óptima acción. No hay que pegar nuestro rostro a la tabla de picar, lo ideal sería tomar una postura que nos permita tener la cabeza a una distancia considerable.

Un consejo que ha pasado entre las generaciones es el de colocar las piezas cortadas en un envase lleno de agua. Se cree que con esta medida, evitaremos que nos produzca la irritación.

Si has sido víctima de su “gas irritable”, es importante que no te frotes los ojos con las manos que tienen el jugo que cae de la cebolla cortada.

Cuando ya no puedas soportar más, lava bien tus manos, y con abundante agua, lava tu cara, sin ingresar este líquido al interior de tu ojo.

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