Los pequeños defectos en los dientes acaparan normalmente todas las miradas. El ojo humano parece atraído por una pequeña astilla en un diente frontal, un ligero desajuste en el tamaño de los dientes, un canino puntiagudo…

El contorneado dental, también llamada remodelación, odontoplastia o ameloplastia, es un procedimiento diseñado específicamente para cambios y mejoras sutiles. Nos permite esculpir en boca los dientes naturales para corregir o suavizar pequeños defectos o desigualdades, limando ligeramente el esmalte. No se trata de una técnica meramente cosmética, pues en muchos casos corrige, además, problemas funcionales.

"El procedimiento no requiere anestesia ni ningún tratamiento previo de preparación, por lo que se considera mínimamente invasivo"

Es una de las formas más rápidas y asequibles de conseguir mejorar los dientes al instante.

Con el contorneado dental se pueden corregir ligeras asimetrías hasta transformar de manera notable una sonrisa: corregir defectos de forma, grosor o tamaño, acortando o alisando los dientes excesivamente largos o gruesos respecto a los dientes adyacentes, corregir astillas, grietas, dientes excesivamente planos o puntiagudos, manchas, pequeños desniveles y leves superposiciones, incluso conseguir la alineación de los dientes, la corrección de la mordida o lograr formas más masculinas cuadrando los bordes o femeninas redondeándolos.

Mediante el contorneado, es posible eliminar el esmalte que causa la superposición entre los dientes, consiguiendo no solo que los dientes estén más alineados, sino también mejorar la higiene bucal en general y facilitar la limpieza de los dientes, especialmente en el caso de dientes superpuestos donde hay más posibilidades de que se acumule el sarro provocando caries y dificultad en limpiarlos correctamente.

Se puede realizar previo a un tratamiento de ortodoncia, para facilitarlo, como complemento posterior una vez alineados los dientes para mejorar el resultado. Requiere un examen adecuado visual y radiográfico antes de proceder porque es obligatorio tener suficiente esmalte y analizar el estado de los dientes y encías, para asegurarse de que estén sanos. Si no hay suficiente esmalte, es probable que el especialista te recomiende la realización de otras técnicas como las carillas o coronas.

El procedimiento no requiere anestesia ni ningún tratamiento previo de preparación, por lo que se considera mínimamente invasivo, indoloro y rápido. Se realiza en unos 30-45 minutos, pero dependerá del número de dientes a contornear. Se lleva a cabo con un disco de lijado, láser o una fresa de diamante sin dañar ni sensibilizar la estructura del diente.

La parte final del proceso de contorneado es restaurar si es necesario las partes del diente de donde se haya eliminado el esmalte, para lo que se recurrirá para pequeños retoques al llamado 'bonding' o 'adhesión dental', que consiste en un esmaltado artificial.

El esmaltado artificial se realiza con resina del mismo color que el diente natural. Se trata de composites estéticos fotopolimerizables que se adhieren directamente al diente para reparar su aspecto o mejorarlo. Se utilizan composites de microrrelleno en la última capa para simular el esmalte. Estos composites, además de ser muy estéticos, consiguen muy buen pulido, con lo que el acabado es muy estético y natural. El especialista endurecerá rápidamente estas capas con una luz ultravioleta. Por último, procederá al pulido final abrillantando la terminación.

Los pequeños defectos en los dientes acaparan normalmente todas las miradas. El ojo humano parece atraído por una pequeña astilla en un diente frontal, un ligero desajuste en el tamaño de los dientes, un canino puntiagudo…