Tarta de fresas, receta deliciosa y espectacular a la vista

2022-09-03 09:55:20 By : Ms. Elaine Zhao

Recetas de cocina fáciles y caserasTarta de fresas

La repostería se puede considerar el arte de preparar y decorar postres como pueden ser los pasteles, las galletas o las tartas. En una comida, cada plato tiene su lugar y su importancia y, el postre, no es menos. Es aquello que esperamos, a lo largo de la comida, para acabar acompañándolo de una copa, un café o una infusión. Existen muchos tipos de tarta, pero sin duda, las que suelen triunfar en una pastelería son las que combinan una buena masa con fruta como, por ejemplo, la tarta de fresas. Esta tarta no solo es llamativa por el color rojo de la fruta, sino que combina sabores de manera que cada bocado es un lujo para quien se lo come. Por eso, si queremos sorprender a alguien, no dudemos en incluir esta delicia de tarta en nuestro menú. Además, es una receta sencilla que nos va a permitir preparar dos de las partes que la componen: la base de masa quebrada y la crema pastelera. La guinda de esta tarta es la protagonista: la fresa. ¿Vamos a ello?

Para la base de un molde de 28 cm:

En un bol mezclamos la harina de trigo con la mantequilla fría. Como vamos a mezclar estos dos ingredientes con las manos nos facilitaremos el trabajo si la mantequilla está previamente cortada a dados. Mezclamos bien hasta que consigamos una textura parecida a la arena.

Cuando tengamos la textura deseada agregamos al mismo bol los ingredientes restantes para la masa: el huevo, el azúcar glass, la sal y la esencia de vainilla. Seguimos mezclando con las manos hasta que consigamos una masa homogénea, sin grumos y lisa. Si se nos pega en las manos, incorporamos un poco más de harina hasta que no se pegue. La envolvemos en papel transparente. La dejamos reposar en la nevera durante 30 minutos aproximadamente.

Aprovechando que está reposando la masa, vamos a preparar la crema pastelera. Para ello, batimos las yemas con el azúcar y la fécula hasta conseguir una textura fluida.

Ahora ponemos la leche junto a la ralladura de lima a calentar en una olla. Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego.

Para que la crema no se nos corte vertemos un poco de la leche en la mezcla de las yemas. Mezclamos y, ahora que la mezcla ya se ha adaptado a la temperatura, vertemos todo a la olla con el resto de leche. Mezclamos bien y añadimos la esencia de vainilla y removemos a fuego bajo hasta que la crema pastelera espese. Reservamos la crema pastelera en la olla y la tapamos con papel film a piel, evitando así que se forme costra. Dejamos enfriar.

Mientras reposa la crema pastelera, empezamos a trabajar con la masa. La estiramos con un rodillo evitando manipularla mucho, ya que si se calienta será difícil de trabajar. Extendemos la masa y, cuando ya esté más grande de lo que es el molde, la enrollamos en el rodillo y la pasamos al molde previamente engrasado con mantequilla y harina.

Entonces, ajustamos bien la masa al molde y recortamos los bordes sobrantes. Pinchamos la masa con un tenedor para que pueda respirar y no se levante al hornear. No obstante, para asegurartede que no suba, como algo opcional, puedes ponerle peso encima de la base. La cubres con papel vegetal y le pones garbanzos o arroz.

Con el horno precalentado a 180 °C, metemos dentro nuestra tarta y la dejamos durante 15 minutos o hasta que se dore. Una vez lista, la sacamos del horno, retiramos el peso y el papel de horno de la tarta y la dejamos enfriar. En este momento, solo nos queda preparar un ingrediente: las fresas. Las lavamos, les cortamos las hojas y las cortamos por la mitad.

Es momento de montar nuestra tarta de fresas. Para ello, incorporamos la crema pastelera a la base con una espátula o una cuchara. Si prefieres que quede liso, se puede utilizar una manga pastelera. Cuando ya lo tengamos todo cubierto con la crema pastelera, colocamos las fresas de una en una.

Para terminar, diluimos un poco de la mermelada de albaricoque con agua y, con un pincel, pintamos las fresas. Así la tarta tendrá un aspecto brillante que llamará aún más la atención.

Ya tenemos nuestra tarta para cortarla y servirla para nuestros comensales.

No me acuerdo la última vez que no haya disfrutado con una receta. La gastronomía en general me apasiona. Todos sus colores, aromas y texturas me permiten crear platos con múltiples combinaciones. Nunca me olvido del maridaje de las comidas, pero si hay realmente algo que me gusta es preparar un buen gin tonic al acabar de comer.